Otra vez.

Estas últimas semanas he estado pensando muchísimo en aquel primer chico.
Estos últimos días he estado mucho tiempo a su lado, hemos sonreído juntos, nos hemos abrazado, hemos reído a más no poder.
Hace unos día, una amiga y yo hicimos un pacto: este fin de semana teníamos que plantarle dos besos, ya que nunca le habíamos besado. Y así fue, cuando lo vimos, yo me armé de valor y le dije: venga, dame dos besos pa' despedirnos, que hoy estoy besona. Y me los dio.
Esta mañana, esa misma amiga y yo hemos ido a verlo jugar un partido. ¡Nos ha dedicado dos goles! Cuando ha terminado de jugar, lo hemos estado esperando y hemos hablado un poco y ya cuando nos íbamos nos ha dicho que si nos íbamos en su coche. Nuestro corazones (el de mi amiga y el mío) han empezado a latir muy rápido. ¡Qué vergüenza! Pero nos hemos ido con él (jaja).
Sé que le estoy empezando a recordar, pero es muy triste, porque ahora somos mucho más amigos que el año pasado, y ahora, posiblemente, vaya a sufrir más.
Aunque quizás un día de estos me armo de valor otra vez y le digo que si quiere tener algo conmigo, quién sabe. Espero tener la suficiente valentía.